martes, 22 de enero de 2013

La pobreza estructural el legado del Peronismo (III)

Seguimos aportando datos y posicionamientos a fin de fortalecer nuestro planteo y en tal sentido es hora de hablar de dos sectores que durante esta década de gobierno K siguieron retrocediendo, a pesar que desde la conducción política del gobierno lo nieguen, estos son los jóvenes y dentro de este segmento social las mujeres.
            Este sector comprendido por aquellos jóvenes menores de 30 años según propias estadísticas oficiales, la falta de oportunidades, el desempleo, el trabajo en negro o informal,  el trabajo de medio tiempo, y la pobreza estructural han crecido de manera contundente durante toda la década. No se trata de un fenómeno circunstancial sino persistente incluso después de la crisis de 2001/02 y que se hizo crónico con la normalización económica. Cabe destacar que este fenómeno sería un dato importante que restringe el acceso a la educación superior a gran proporción de jóvenes.
La mayor parte de los jóvenes desempleados provienen de hogares de escasos recursos, muchos de los cuales se encuentran en situación de pobreza. Se genera con ello un círculo vicioso de transmisión intergeneracional de la pobreza. Que esos jóvenes busquen incorporarse en forma temprana al trabajo ante la necesidad de empleo debido a la fragilidad económica del grupo familiar condiciona la culminación de los estudios que se requieren para el acceso a un empleo de calidad.
            Estos jóvenes se ven imposibilitados de obtener salarios dignos, trabajo seguro y por consiguiente no tienen la posibilidad de acceso al crédito, ni al ahorro, se ven reducidos al día a día sin tener la posibilidad de generar un futuro mejor, ni hablar de la tan ansiada movilidad social. Están obligados a vivir con sus padres, en asentamientos y barrios marginales, hacinados y en viviendas precarias. Se calcula que hay 900.000 jóvenes que no tienen lugar propio para vivir, trabajo y viven mal.
Estos jóvenes y más aún las mujeres, registran tasas de desempleo que triplican la de los adultos y los que consiguen algún empleo, son precarios o en negro.
Pero los jóvenes que acceden a una educación superior tampoco se encuentran en una buena posición a la hora de la búsqueda de empleo ya que el trabajo calificado también ha caído en los últimos años en nuestro país y el consiguiente salario se ha visto depreciado ante la fuerte desaceleración económica que estamos experimentando.
En los grandes centros urbanos y en especial en la Provincia de Buenos Aires, hay un conjunto de problemas que no tienen que ver con el hambre, sino con el mal vivir. Estar hacinado, no tener trabajo o tener trabajo precario o en “negro” genera vivir mal.
Este gobierno se fortaleció durante todo este tiempo con sus famosos planes sociales en vez de la búsqueda e implementación de políticas tendientes a incrementar el empleo como así también a fortalecerlo y mejorar las condiciones laborales de todo el conjunto.
Estos Planes sociales generaron un cierto desahogo para los sectores más castigados y pusieron una importante cantidad de circulante en el mercado interno, pero la falta de dinero en la actualidad por parte del gobierno para aumentar las dádivas a la que ya acostumbró a una porción importante de la sociedad y la inflación desenfrenada y fuera de control que niega el gobierno termina complicando todo y volviendo a estas personas a la misma posición que se encontraba.
Mucha gente atraviesa un proceso de sobreendeudamiento. Es decir, accede a más productos pero tiene menos plata. Se ha perdido la referencia con la inflación. Sobre esa base, hay un problema específico con los jóvenes: hay un millón de jóvenes en todo el país que no estudian ni trabajan y casi la mitad está en el conurbano bonaerense, donde el “exitoso” Gobernador Scioli no parece tener ninguna política eficiente para combatir este flagelo, en realidad el Gobernador Scioli no parece tener ninguna política para ningún área específica de su gobierno y su supuesta gran imagen positiva dentro de las encuestas constituye uno de los misterios más grandes en la actualidad para el que escribe.
Esos jóvenes no tienen horizonte y van retrocediendo cada día más hacia un estado de marginalidad absoluta pero esto no es solo historia reciente, de esto el peronismo sabe mucho ya que estos sectores siempre fueron sus clientes preferidos y estas políticas clientelares que de ninguna manera reparan la situación del individuo lo ponen de rodillas ante el poder político haciéndolo dependiente absoluto, pero lo que es peor, que jamás podrá cambiar esta situación y cada día será más dependiente y estará más alejado de la posibilidad de tener un futuro mejor.

Pablo Eduardo Vázquez
20 de enero de 2013


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