domingo, 30 de diciembre de 2012

La Crisis del Modelo K


            Asistimos a tiempos donde ya no será tan fácil ocultarle a la sociedad la verdadera realidad del país, ya no alcanza con maquillajes al modelo, discursos populistas, excesiva propaganda oficial ni la prepotencia con la que este gobierno nos tiene acostumbrados.
            Ya dijimos que las cuentas esta vez no cierran y ya no alcanza con tomar las cajas del ANSeS, el Banco central u otros organismos que cuenten con efectivo.
            La era del Ajuste al mejor estilo menemista o liberal comenzó, o como le gusta decir a nuestra presidenta “Sintonía Fina”.
            Los primeros indicios los dieron a finales del 2011 cuando la “fiesta de las elecciones para asegurar la reelección” nos arrojó el déficit fiscal más grande de nuestra historia aun habiendo superado todos los récords de recaudación durante el 2011.
            La brecha comienza a ampliarse con peligro entre el relato kirchnerista y la realidad. Cada vez son menos aquellos argentinos que creen en aquel relato donde el Kirchnerismo es la supuesta causa nacional y popular.
            La brecha entre la ficción Kirchnerista y la realidad es mayor porque los excesos son cada vez mayores y ante esos excesos la sociedad comienza a despertar y plantearse cuestiones de otra manera.
            En casi diez años de gobierno K y ante una situación económica mundial impresionantemente favorable para la argentina en esta década y batiendo año tras año todos los récords históricos de recaudación producto de la situación mundial y no de políticas llevadas adelante por el gobierno, aun así no han resuelto ningún problema sustancial:
            -La desocupación sigue siendo la misma que cuando ellos llegaron.
            -La salud está en una situación de crisis tremenda.
            -La educación está en una situación de retroceso constante.
            -La inseguridad es la mayor de nuestra historia.
            -Los casos de corrupción son inigualables aún superando al menemismo.
            -La inflación es insoportable y está depreciando la situación económica de todos los trabajadores argentinos.
            - Las prebendas ya no alcanzan para satisfacer a ciertos sectores.
            -El autoritarismo y la prepotencia ya son intolerables.
            -Persecución de aquellos que no piensan igual.
            -El atropello a las instituciones de la República es inaudito e insostenible.
            -Vaciamiento de las cajas del AnSes y el Banco Central.
            -Inseguridad social, económica y política.
 
            Nos quieren hacer creer que la reestatización de la rural es una medida popular y que se debe a supuestas irregularidades en los montos que se pagaron en la concesión del mencionado predio y si esto es así nos parece correcto que se revisen las concesiones como así también las ventas de terrenos que se hicieron en el calafate a muchos funcionarios kirchneristas incluida la Presidenta a un monto vil, deshonesto y bochornoso.
            Nos quieren hacer creer a los argentinos también que la ley de medios llegará para democratizar los medios de comunicación e información pero ya se empieza a desmoronar esta tendenciosa y tramposa fundamentación cuando vemos que los empresarios que se han beneficiado del Kirchnerismo dígase Cristóbal López, Manzano, etc., sus principales socios en las sombras, se están apropiando de los medios de comunicación de nuestro país.
            Una ley que en vez de democratizar los medios justamente está llegando para garantizar todo lo contrario y ser el propio kirchnerismo el que controle absolutamente lo que se informa y publica. La realidad es que el Kirchnerismo con la ley de medios solo pretende controlar todos los medios a su antojo haciéndolos dependientes exclusivos de las prebendas y de los premios y castigos de acuerdo de lo que se informe.
            La mentira del relato K debe terminar es hora de que los argentinos comencemos a despertar, los últimos cacerolazos han sido una muestra de que ya no es tan fácil engañarnos y comienza a gestarse nuevamente un despertar de nuestra sociedad.
            El 2013 debe ser el año donde todos los argentinos volvamos a expresarnos y volvamos a defender lo que tanto nos costó conseguir y consolidar.
            Es hora de defender la República, las instituciones de la democracia y cambiar el rumbo por un País con mejor Seguridad, mayor Educación, salud, trabajo, desarrollo Industrial y agropecuario y fundamentalmente por una República en Libertad y democracia.
           

Pablo Eduardo Vázquez
29 de diciembre de 2013