viernes, 11 de mayo de 2012

Un Gobierno sin respuestas que empieza a dar señales de agotamiento busca frenar su propio déficit


            Asistimos a tiempos donde ya no será tan fácil ocultarle a la sociedad la verdadera realidad del país, ya no alcanza con maquillajes al modelo, discursos populistas, excesiva propaganda oficial ni la prepotencia con la que este gobierno nos tiene acostumbrados.
            Ya dijimos que las cuentas esta vez no cierran y ya no alcanza con tomar las cajas del ANSeS, el Banco central u otros organismos que cuenten con efectivo.
            La era del Ajuste al mejor estilo menemista o liberal comenzó, o como le gusta decir a nuestra presidenta “Sintonia Fina”.
            Los primeros indicios los dieron a finales del 2011 cuando la “fiesta de las elecciones para asegurar la reelección” nos arrojó el déficit fiscal más grande de nuestra historia aun habiendo superado todos los récords de recaudación durante el 2011.
            A través de decretos y más de 50 decisiones administrativas de Jefatura de Gabinete, el Gobierno amplió en $62.651 millones los créditos para gastos corrientes y de capital con relación a la autorizado en el presupuesto inicial del año. En diciembre hizo un agregado de $457 millones, otro de $4.107 millones y un tercero, a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), de $21.254 millones. Todo esto elevó las ampliaciones del gasto en $89.000 millones, casi un 25% más que las partidas iniciales, y llevó el gasto total nacional a más de $470.000 millones.
            En parte esas ampliaciones fueron financiadas con mayores recursos, por la inflación y el mayor crecimiento respecto de las pautas del Presupuesto. Eso elevó la presión tributaria al récord del 35% del PBI. Aun así, quedó un saldo más que importante que se cubrió con deuda como con la ANSeS, PAMI, Banco Nación y otros organismos, que afectó el resultado final, de acuerdo a las cifras de la ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública). Así, el resultado financiero positivo inicial previsto en el Presupuesto aprobado a principios de 2011 de unos $1.500 millones, se fue transformando a lo largo del año en un fuerte déficit fiscal, de más de $35.000 millones.
            Ahora la realidad es que debemos pagar la fiesta, debemos pagar el desmanejo y la falta de política, para eso se inauguró la era de la “Sintonía fina”, mejor dicho ajuste al mejor estilo liberal, allí podemos citar:
1)      Quita de subsidios en servicios de luz, gas, agua y transporte
2)      Cierre de importaciones afectando a gran parte de la industria generando y engrosando la inflación.
3)      Fuerte restricción a la compra de moneda extranjera, esto tendiente a evitar la salida de divisas del país y congelar la demanda de dólares para poder controlar el precio, pero mientras se restringe esta posibilidad a la gente común que con un esfuerzo enorme logra conseguir un pequeño excedente y trata en este país inflacionario de que su dinero no se desvalorice, las grandes corporaciones y aquellos mas poderosos siguen sacando todos los días grandes cantidades de divisas del país sin que nada ocurra. Es decir es una medida que nada resuelve el problema de fondo demostrando una vez mas la poca capacidad de generar política y solución a los problemas de este país tomando medidas coercitivas que solo golpean a un sector de la sociedad que nada tiene que ver con las grandes evasiones ni con la salida de grandes capitales de nuestro país
4)      500,000 trabajadores han dejado de percibir el salario familiar en el último año por como ya expresamos el gobierno se ha negado durante todo este tiempo a actualizar los montos a la nueva realidad producto de la inflación y las paritarias del 2011 por los cuales se percibe el mencionado beneficio. Además de que el resto de los trabajadores formales han visto como ha mermado este beneficio.
5)      El Gobierno “popular” de Cristina Kirchner ya anuncio que no permitirá ninguna paritaria por encima del 18% para el 2012 cuando sabemos que la inflación para este año será muy superior a esa cifra. Ellos justamente los “K” se ufanaron en decir que las paritarias las había rehabilitado este gobierno "nacional y popular", ajustar la inflación con la variable salario es propio del ultraliberalismo y es otra prueba mas que este gobierno no tiene nada de progresista ni popular, sino que son burgueses con cargo de conciencia que dicen que son solidarios con los "desclasados", pero siempre terminan beneficiando a las corporaciones multinacionales y a sus socio-amigos que se adueñan de empresas a costas de las gestiones del propio gobierno.
6)      El salario promedio de toda la economía es de $4.576. Se trata de los ingresos de bolsillo, luego de los descuentos por ley, mientras que el 60% de los trabajadores percibe un salario de menos de $ 3300
7)      En estas semanas hemos visto como este gobierno expropió YPF, y debemos aclarar que desde el punto de vista del que suscribe, un defensor a ultranza de la defensa y nacionalización de los recursos naturales y que durante la década del 90' me opuse y me sigo oponiendo a toda privatización, para mi esta expropiación no es ninguna nacionalización, ni ninguna defensa de los recursos naturales de nuestra tierra, en nada se parece a aquella nacionalización que tanto recordamos de Hipólito Yrigoyen, ni la cancelación de los contratos petroleros de Don Arturo Illia.
      Debemos decir que es una estatización provisoria y digo provisoria porque el mismo gobierno se encargo de aclarar que los motivos de la expropiación son los altos costos de importaciones a los que Repsol nos iba a llevar durante este año y dejaron la puerta abierta para una eventual futura nueva privatización, a caso no aparecerán pronto ciertos capitales Asiáticos de la mano de algún Empresario petrolero argentino muy amigo a nuestro gobierno que ya fue beneficiado en anteriores oportunidades?, la pregunta la dejo abierta.
 Esto no es una nacionalización como ya dije porque no se eliminan los capitales privados, solo se expropia el 51% de las acciones que quedaban en manos de Repsol. Cabe también mencionar que el motivo principal que se manifestó de parte del gobierno para llevar a cabo la expropiación fue y con toda razón el desmantelamiento al que fue llevada la empresa por falta de inversiones redireccionando los capitales obtenidos con YPF a otras subsidiarias que Repsol controla en otras partes del Mundo, ahora bien, era justo el Estado Nacional el encargado de controlar y hacer cumplir a Repsol los contratos petroleros como así también la defensa de la Empresa, es decir, cabe negligencia y responsabilidad de aquellos que tuvieron la obligación de controlar a Repsol y no lo hicieron de la forma adecuada y es allí donde debemos exigir que se investigue a los responsables por permitir que YPF llegara a la situación que la dejo Repsol.
Es paradójico también que aquellos que en la década de los 90' festejaron la privatización de YPF hoy se vistan de estatistas y nacionalistas cuando sabemos que la única razón de esta expropiación es el alto déficit fiscal y la necesidad de intentar poner equilibrio a la balanza comercial entre exportaciones e importaciones para el año 2012, ya que como dijimos los números no cierran, la recesión comienza a sentirse en cada uno de los argentinos y las obligaciones son muchas y muy costosas.

            Estamos los argentinos comenzando a experimentar una nueva crisis, una nueva recesión y estamos ante un gobierno autista que solo va para adelante, que no escucha, que no deja posibilidad de participación y que va perdiendo el rumbo utilizando viejas y frustradas recetas de otros tiempos demostrando incapacidad a la hora de generar políticas efectivas, es necesario recuperar la democracia republicana que empezamos a construir allá en 1983 y terminar con este régimen legal pero ético y políticamente inmoral.


Pablo Eduardo Vázquez